miércoles, 10 de octubre de 2007

LX**

Ya no había tiempo para hacer nada...

Problemas con uno de Ellos, Juan, joven que había cometido un error en su máquina, error letal, cometido por venganza de la expropiación de la vida de su amada, cometida por el padre de la misma al enterarse de la supuesta fuga inconclusa planeada por la joven, para escapar junto con su enamorado, Juan.

El narrador miente, y salva al joven, acusándose a si mismo, quien por sus largos años y su cansancio había intentado ocasionarse un daño que lo dejara fuera, quitándose un miembro, con la máquina de su compañero Juan, la cual, en oposición a la suya, era de alto riesgo para el ser. (Conocíase el famoso truco de automutilarse, por eso a los más ancianos se les encomendaba tareas menos peligrosas, haciendo así que su larga experiencia continue creciendo, y ellos no mueran tempranamente).

De esta forma, el anciano es ejecutado frente al resto de la Fábrica, en la Heroica Plaza de Estacionamiento, donde tiempo atrás había nacido su honor de haber sido partícipe del torpe accidente automovilístico que detuvo la ira de los Ancianos Rebeldes.

Ahora, veíaselo sin lágrimas en los ojos, sin deseos de ser dado de muerto, pero sin miedo, llámeselo ingenuidad o valentía, pero el amor lo había conducido a esto.
El recuerdo de aquel viejo amor.
El recuerdo.
(que originó su perdición, y que lo expío del miedo a morir, haciendo recordar eternos momentos).

No hay comentarios.: