martes, 25 de septiembre de 2007

L

Desde lo alto del colectivo,
la ciudad invertida:
la moral desecha por sus múltiples fracciones
como el explotar de aquel parabrisas,
debajo,
y el reflejo en su capot.

XLIX

Si tan solo fuera el hecho mismo el causante del calvario vivido, toda la realidad se simplificaría en un no hacer efectivo nada, construyendo siemrpe desde el nihilismo todo pensamiento positivo.
Pero en mi anida el demonio de la latencia, y su potencialidad a futuro; quien lentamente, idea a idea, determina la estructura de su cueva madre, penetrando en mis entrañas junto con su espectral configuración de la acción.
Si tan solo fuera el hecho mismo, y no su constante presencia, no sufriría de ningún modo; inclusive tampoco el escalofrío producido por el contacto entre las yemas de mis dedos y mis dientes amarronados de café.
Pero en mi anida el demonio de la latencia, ese inmutable nicho de potencia, que a su entrada, como epitafio de bienvenida, celebra el dolor eterno.