miércoles, 3 de octubre de 2007

LIII

Por qué alarmarse frente al discruso ajeno, Tú, clase media, sino es por puro displacer básico de compartir algo Inmutable, por avaricia común de sentir la vergüenza de verse reflejado en dicho Juego de Lengüaje, allí, donde uno creyó haberse hecho a un lado, allí, siempre hay algo repetido o verdaderamente igual: la Necesidad de 'Captar el Mundo y algo más.'

También cuesta a los filósofos, simplemente, aprender a vivir, ya que al desarrollar tanto aquel músculo de abstracciones, segregan infelicidad En lo infértil qeu sería su descubirmiento de ese 'algo más', si ellos dejaran de informarlo y enseñarlo al Resto, de modo opuesto a como deberían obrar según ese nuevo saber presente; cuya captación les ha retorcido la lengua, sólo por un instante, el de mayor ingenuidad, donde como un niño se desprende de todo, dejándolo incesivamente a un lado en el piso, con hormonal velocidad de nueva y sublime aventura; solo allí, en ese puro momento extésico, donde sienten por única vez el Verdadero Mundo, de lo Simple, creen junto con su avaricia, qeu irrumpe audazmente el Acontecimiento, la necesidad de continuar 'captando el Mundo y algo más' nuevamente (codiciosamente), durante el tiempo que la codicia del adulto domine sus (filósofos)mentes morales privilegiadas, donde (ellos) albergan en su morada eterna, aquel músculo de abstracciones.

El Verdadero Mundo es aquel por fuera de lo Tautológico de toda captación de-, sea lenguaje, conocimiento, idea, inconciente, Dios, etc; que violenta, mediante un filtro, el Simple goce del Niño, que es, ciertamente, lo elemental de la inocencia de lo Real.