Nuestro querido y preocupado Alguien, alejándose de una ventana, vuelve a indagar en voz alta, sin sentir la necesidad de un intrigado interlocutor:
-¿Cuándo llegará?.....El Misterio.
Pasan unos minutos.
Observo la ventana, por detrás de él; inmediatamente, gira sobre sí.
Alarmado indaga:
-¿Está lloviendo?
La percepción de la respuesta negativa, parece calmarlo.
¿O siempre lo estuvo?
Sus manos continúan rascando su ingle.
Dudo débase a necesidad.
Lo asocio más a un movimiento constante, ya mecanizado.
martes, 2 de enero de 2007
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