martes, 2 de enero de 2007

VII

Nuestro querido y preocupado Alguien, alejándose de una ventana, vuelve a indagar en voz alta, sin sentir la necesidad de un intrigado interlocutor:

-¿Cuándo llegará?.....El Misterio.

Pasan unos minutos.

Observo la ventana, por detrás de él; inmediatamente, gira sobre sí.
Alarmado indaga:

-¿Está lloviendo?

La percepción de la respuesta negativa, parece calmarlo.
¿O siempre lo estuvo?

Sus manos continúan rascando su ingle.
Dudo débase a necesidad.

Lo asocio más a un movimiento constante, ya mecanizado.

No hay comentarios.: